Gafas Climax y una historia de Amor
Os preguntaréis que tienen que ver unas gafas de motos Climax y una historia de “Amor”, pues son de esas anécdotas que cualquier director de cine aprovecha para poner en alguna parte de alguna comedia romanticona de esas de los sábados por la tarde.
Por lo tanto, esta historia os aseguro que es real, aunque evidentemente con las licencias al contarlo del que escribe y por supuesto con nombres falsos.
Una tarde en el taller de mi amigo Bill, donde parece que se ha parado el tiempo, pues todo está como en los 70 con sus posters originales, inventos y artilugios para reparar las motos que restaura de esa época, escuchando sus vinilos en su ampli Teac de siempre le comenté que iba a empezar este proyecto de Racer Legend como distribuidor de las Gafas Climax míticas en los 60-70 y con una sonrisa entre picarona y nostálgica me dijo ¡Pues ya verás lo que tengo! Y de ese altillo que parece un baúl de los recuerdos saco una Gafas Climax originales sin usar y hasta con su caja.
Lo primero que me impacto fue el nombre “Gafas Climax de Motorismo para Señorita Mod. 505” ¡Olé! sí señor en eso también hemos cambiado, nuestras madres, novias y amigas de entonces eran Señoras y Señoritas por defecto.
Y lo segundo, es que era verdad ¡estaban sin usar! …
Resulta que Bill había conocido a Cindy en un bar de motoristas y entre el ambientazo, el baile y unas cervezas le dieron el empuje para invitarla a dar una vuelta en su flamante Triumph cosa a la que ella accedió encantada, el caso es que ese paseo prometía y Bill se fue corriendo a una de las tiendas de motos más pintonas de Madrid Motos Mazarias y le compró unas gafas pensado que aquello iba a ser el principio de muchas salidas, pero no fue así. Cindy le dio calabazas en la siguiente llamada y él se quedó sin novia y con un par de gafas Climax 505 nuevas que tiró al desván y no se acordó de ellas hasta el otro día. El caso es que no sabemos si Bill ya no volvió a regalar nada a sus nuevos ligues o es que ya no hubo más jeje¡¡
Por lo menos esas calabazas nos han servido para ver cómo eran las gafas Climax en los 70. ¡Gracias Bill!
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